miércoles, 27 de febrero de 2013

¡BIENVENIDOS!







Un relato cuenta que en el Lejano Oriente vive un árbol cuyo crecimiento es el más rápido de todas las especies.
El Bambú es una planta extremadamente sabia, durante sus primeros siete años crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo de la tierra. ¿Por qué?
Porque se está preparando para después ser capaz de alcanzar el mayor de los éxitos y ser la planta con el crecimiento más rápido que existe en todo el reino vegetal.

Ser el número uno no es fácil. Hay que prepararse mucho para ello, y el bambú lo consigue gracias a siete años de profundizar sus raíces. Entonces se hace tan poderoso que en un mes crece 32 metros, y aún cuando lo corten siete veces, seguirá creciendo hasta los 32 metros en un solo mes. Por eso es tan apreciado. Porque sabe prepararse para triunfar, y si la desgracia cae sobre él, sabe renacer de sus cenizas y llegar otra vez a lo más alto empezando desde casi cero.
Es capaz de hacer eso porque sus siete años de raíces le dan la fuerza para ello; su vida reside en su raíz, y aunque corten el tallo, este seguirá creciendo.

Si se corta un roble o un pino jamás vuelven a brotar. Ellos no se prepararon tanto como el bambú y acaban pagando eso con su vida, con su fracaso. Sin duda alcanzan un primer éxito más rápido que el bambú, porque a los pocos meses ya tienen un tallo fuera de la tierra.

Sin embargo, un roble de siete años aún es un árbol pequeño, joven y delicado. Si le azota una tormenta lo arrancará y morirá; jamás podría soportar que lo corten a la mitad, porque entonces moriría.

En cambio, el sabio Bambú con sólo siete años y un mes, es un árbol poderoso, de treinta y dos metros, al que puedes cortar una y otra vez; la desgracia puede azotarle y una y otra vez seguirá creciendo.

El éxito reside en él y ni siquiera la peor tormenta puede vencerlo ya que su sabiduría al prepararse apropiadamente, le predestina para el éxito.

Los seres humanos somos como los árboles, con la diferencia de que nosotros podemos elegir entre ser robles o bambúes.
Algunos quieren el éxito rápido, hacerse ricos velozmente y sin esfuerzo, son como el roble, se posan sobre la tierra y esperan triunfar de una forma rápida y fácil; no quieren dedicar tiempo a prepararse, no desean perder el tiempo con esas cosas, quieren resultados rápidos y ya… y a la menor adversidad fracasan.
Pobrecitos…, echan la culpa a todos los demás de su propia estupidez al no querer prepararse, y pagan el precio del fracaso…¡y qué precio!
Otras personas son mucho más sabias; son los triunfadores que alcanzan todo lo que desean en la vida.
Porque hacen como el sabio Bambú: primero se preparan; aprenden a profundizar y reforzar las raíces del conocimiento, de la moral, de lo espiritual y de sus habilidades mentales durante el tiempo que sea necesario para, cuando por fin están preparados, crecer de una forma asombrosamente rápida, ser los mejores y conseguir el éxito a todo nivel.
Un éxito sólido y duradero que ninguna tormenta sea capaz de vencer a estos sabios triunfadores, porque aunque la mayor de las desgracias caiga sobre ellos, tienen la fortaleza para renacer una y otra vez de sus cenizas, debido a que cuentan con los recursos internos necesarios para hacerlo…

        Les deseo éxitos en este ciclo lectivo que recorreremos juntos.
                                      Con cariño.
                                                    Leticia

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